¿Se enfrenta a un sistema de pasteurización costoso, que derrocha energía y es lento, y no sabe cómo mejorarlo? Esto es exactamente lo que le ocurrió a un importante cliente del sector cárnico belga, que desafió al Centro de Investigación y Tecnología de JBT en Sint Niklaas para encontrar una solución que le permitiera ahorrar energía, dinero y tiempo, sin perder eficacia.
JBT gestiona una serie de Centros de Investigación y Tecnología en todo el mundoen Madera (California), Parma (Italia) y, en este caso, Sint Niklaas (Bélgica), que ofrecen a los clientes la oportunidad de probar productos alimentarios en las condiciones reales de las plantas de procesado.
El reto
"JBT suele hacer pruebas comparables para los clientes, pero ésta era bastante distinta", dice Jo Suys, gerente del Centro de Investigación y Tecnología de Sint Niklaas.
El cliente que se puso en contacto con JBT Sint Niklaas pasteuriza productos avícolas de alta calidad, especialmente pavo y pollo, en cámaras de cocción; un proceso que ayuda a prolongar la vida útil y hace que la carne esté más tierna. Sin embargo, aunque resultaba eficaz para la pasteurización, el sistema perdía una cantidad significativa de vapor, y por tanto de energía, debido a la ventilación continua.
"El cliente trabaja a presión atmosférica, pero pierde mucha energía porque tiene que ventilar continuamente las cámaras para mantener la temperatura interna", explica Suys.
"Actualmente, la pasteurización en las cámaras de cocción dura horas", añade. "Desde las cámaras, la carne pasa a dos fases de enfriamiento y el proceso completo dura hasta un día".
La solución
La solución propuesta por JBT consiste en trasladar el proceso de pasteurización de las cámaras de cocción a una retorta -utilizando temperaturas más altas y sobrepresión-, con lo que el tiempo total de procesado puede reducirse drásticamente.
En lugar de tardar un día entero en pasteurizar y enfriar un producto crudo, JBT Retorts puede reducir este tiempo hasta en un 50% porque todo el proceso tiene lugar dentro de la máquina. Comprende la pasteurización a alta temperatura con sobrepresión, el enfriamiento con agua de refrigeración normal y una segunda fase a temperatura más baja.
"En conjunto, ahorramos energía y tiempo, lo que permite al cliente ser más rápido y sostenible", afirma Suys. "La pérdida de energía que tiene ahora el cliente es enorme, así que es una gran ganancia, y también es muy importante la ganancia en tiempo de proceso y capacidad".
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