El tiempo de inactividad puede ser frustrante y costoso para cualquier procesador de alimentos y bebidas, pero cuando se trata del segmento de polvos para bebés de alto valor, la experiencia puede ser doble. Mantener las líneas en funcionamiento y el tiempo de inactividad al mínimo es esencial para los procesadores de polvos, por lo que el conjunto completo de repuesto para las cerradoras JBT, recientemente introducido, está resultando muy valioso para las empresas del sector.
En el peor de los casos, el tiempo de inactividad de una cerradora de polvos puede durar 50 horas mientras se realiza el mantenimiento o la reparación del equipo y finalmente se vuelve a poner en marcha, lo que supone una pérdida de producción muy costosa. Johan Van Riet, director de atención al cliente de JBT para el llenado, el cierre y la esterilización, explica que el conjunto completo de repuesto nació del deseo de ayudar a los clientes que se encontraban en esta situación.
"El conjunto completo de repuesto puede reducir enormemente el tiempo de inactividad", afirma. "La idea surgió a raíz de unos clientes de la industria de la pólvora que utilizan cerradoras para latas de preparados para lactantes. Se trata de un producto de gran valor, por lo que el tiempo de inactividad es muy costoso. Tenemos clientes que utilizan cerradoras con 6.000 o 7.000 horas de producción al año, y nos preguntaban qué se podía hacer para reducir el tiempo de inactividad."
Los ingenieros de JBT empezaron a pensar en cómo podían abordar el problema, y comenzaron a buscar conjuntos completos y kits de rotación como respuesta. El resultado es el conjunto de repuesto completo de JBT, que sólo tarda una hora y media de media en colocarse y ponerse en marcha.
"Estamos hablando de perder casi un día completo de producción por evento, lo cual es mucho dinero", dice Van Riet. "En términos de retorno de la inversión, eso se puede amortizar en uno o dos años".
Además de eliminar la necesidad de almacenar componentes de repuesto, el conjunto completo de repuesto también proporciona tranquilidad, ya que los clientes pueden tener la confianza de tener un repuesto listo a mano en caso de que su cerradora se averíe, continúa Van Riet.
La respuesta de la industria, dice, ha sido muy positiva, con ocho clientes que ya cuentan con un conjunto completo de repuesto. El siguiente paso podría ser la industria láctea, donde, según Van Riet, los clientes también han mostrado un gran interés por la solución.